Tengo estrés. Estoy a la carrera, lo hago todo a toda prisa, quiero hacer lo máximo posible y hacerlo de forma eficiente. Estoy molesto, las cosas sin importancia no tienen lugar en este tiempo. No sé con qué empezar primero, tengo que mantener la cabeza fría, tratar de actuar racionalmente, pero mis nervios son escasos. Corro el riesgo de colapsar bajo la abundancia de tareas. Estoy estresado.
No tengo tiempo
Para mí, el estrés surge cuando me dejo determinar por el exterior. Tengo un problema con decir NO. En el trabajo, un colega quiere que haga esto y aquello, un amigo quiere quedar conmigo, quiero visitar a mi abuelo enfermo, mi perro está soñando con el corralito y se acerca la próxima presentación. Debería volver a limpiar en casa, no tengo nada en la nevera, vivo a base de comida basura y tengo la sensación, el tiempo se me escapa.
Intento complacer a todo el mundo, y especialmente a mí mismo, pero siempre llego demasiado tarde. Por eso me siento en mi bicicleta y corro de una reunión a otra, intento evitar los atascos dando rodeos demasiado largos en coche, prefiero correr a que mis neumáticos se queden parados. Estar de pie, esperar, hacer una pausa... son momentos que me enfadan. Porque no tengo tiempo.
La palabra con "N".
No tengo tiempo y estoy estresado porque no digo NO. Si digo NO, tengo miedo de meterme en problemas o de molestar a alguien. Puede que ya no les guste. Estas suposiciones se encuentran en lo más profundo de mis creencias. Mi niño interior cree que la palabra NO está asociada a Rechazar, Violación y Fracaso ...está relacionado. No quiero decepcionar a la otra persona que me pide ayuda.
Realmente no puedo encontrar una situación en mi infancia que sea responsable de esto. Sin embargo, sé que de niño nunca dije NO a los adultos. Eso habría sido grosero y maleducado. ¿Y qué pasó?
He echado de menos el manejo y la práctica con él, para ofrecer a otros también a veces el NO. Me resulta extremadamente difícil decir NO sin sentir que estoy perjudicando a los demás. Sólo encuentro en estas situaciones. no hay palabras adecuadasaunque esto pueda parecer lo más fácil del mundo para los forasteros.
Estoy estresado porque no establezco prioridades
Del problema de no poder decir NO, surgen muchas tareas que me encargo. Además, me exijo mucho a mí mismo y quiero hacerlo todo perfectamente. Ahí estoy, atiborrado de tareas y casi sin poder respirar. Estoy estresado. Ahora podría ordenar lo que es importante y lo que no lo es. Siempre hay una manera de posponer o cancelar cosas.
Pero eso sería una debilidad, sería un fracaso, y además tendría que golpear a otros en la cabeza. Así que voy a golpearme en la cabeza... demasiadas cosas a la vez...complacer a mi cuerpo... no hay pazno me cuido y prefiero ser bueno con los demás y hacerles un favor en lugar de cuidarme a mí mismo. Yo tampoco he aprendido esto y va bastante con mi hábito del NO.
Descartar la perfección
En primer lugar, me reconozco a mí mismo que está bien no cumplir siempre con la perfección. Como perfeccionista, eso ya es un reto muy grande. Porque la voz en mi cabeza sigue diciendo: "Si no es impecable, no vale nada". Porque cuando lo miro con seriedad, paso mucho tiempo intentando que las cosas sean perfectas. Eso conlleva muy a menudo una falta de tiempo y un estrés innecesario. Así que me encargo de también tiene tiempos imperfectos está permitido.
Si podemos conseguir Perfección nos damos cuenta de que está bien no hacerlo todo y complacer a todo el mundo. Eso significa aceptar que no siempre podemos hacer todo lo que nos proponemos.
¿Cómo puedo priorizar ahora?
Puedo dar un paso atrás y ver qué tareas son importantes. Puedo hacerlo mejor cuando meditar. Para ello, me siento en un lugar tranquilo y espero a ver qué pensamientos van y vienen. Ya después de un corto tiempo puedo reconocer a través del silencio y la distancia, cómo se debe diseñar el siguiente paso. Pero, ¿cómo no llegar a la situación de tener que rebuscar en mi calendario completo?
El factor de la paz y cómo me las arreglo para decir NO
Para evitar entrar en la fase de estrés en primer lugar, ayuda practicar el decir NO. Siempre puedo decir NO mejor cuando uso mi intuición o la Deja que la voz del vientre hable. Eso incluso antes de que la cabeza pueda encenderse. Mi voz visceral ya tiene una respuesta antes de que la respuesta del ego pueda hablar. Se hace notar en los primeros segundos. Incluso breves reflexiones conducen a declaraciones cargadas de emoción que se asemejan a un Comunicación se interponen en el camino.
Reconocemos nuestra voz visceral por la primera sensación después de que la otra persona pregunte. "¿Puedes hacer este proyecto por mí?" En mi vientre surge entonces una sensación de presión y ansiedadporque estaría bajo ese tipo de presión con un proyecto adicional. Eso es exactamente lo que me estoy entrenando para decir. Una respuesta sencilla y posible sería: "Lo siento, no puedo hacer eso además de mi proyecto".
Ahora el ego no puede responder y decir: "Siempre vienes a mí", o pensar para sí mismo: "Empiezo a sentirme utilizado". Y aún el niño compasivo y temeroso no ha dicho su palabra, dudando del desplante. Porque hay una cosa que he llegado a entender:
Si no me cuido, los demás tampoco lo harán.
No pueden ver dónde está mi límite y cuánto tiempo tengo realmente. Así que estoy aprendiendo a expresarme, a prestar atención a mis necesidades y a darme cuenta de que Decir NO es una cualidad y no un defecto.
Este artículo es una contribución de un invitado de Jenny Kistner
Soy Jenny, candidata al burnout o a la depresión, muy sensible, hipotiroidea y madre de perro. Yo era el tipo de seguridad, un planificador y un camaleón adaptable. Hoy, estoy en el camino de enamorarme de mi corazón, de vivir radicalmente mi irracionalidad y de romper mis propias y viejas reglas.
Te llevo conmigo y te cuento mis tonterías, sin las cuales no habría tenido ninguna experiencia y, en definitiva, ningún cambio. Te mostraré el camino hacia el amor propio, la magia y el amor interior. PAZ DE MIERDA!